CRONOLOGÍA
POR: CARLOS ÁLVAREZ
Una Clausura con gran Indignación…
El fin del ciclo escolar, es un evento y etapa de todo estudiante que debe celebrarse con júbilo, entusiasmo y alegría, son momentos en los que los alumnos, padres y maestros han concluido de manera coordinada y satisfactoria una etapa o periodo de aprendizaje a favor de los educandos.
La conclusión de la etapa académica implica un largo periodo de tiempo en el que debe de sobresalir el esfuerzo, la dedicación, la armonía y el respeto de las maestras, maestros, alumnas, alumnos, personal administrativo y padres de familia.
Afín de lograr llegar a consolidar ese proceso escolar de una manera positiva, todos deben de integrar un ambiente cordial, participativo y unido, para lograr adquirir y fortalecer las habilidades fundamentales para el desarrollo integral de los estudiantes.
Sin embargo, cuando hay planteles con ambientes problemáticos, las múltiples dificultades que se registran en la escuela pudieran afectar tanto a estudiantes como a maestros, provocando un ambiente menos propicio para el aprendizaje y la finalización exitosa del fin de cursos.
La etapa de conclusión del ciclo escolar, debería en todo momento representar el reconocimiento a la atención y dedicación que las alumnas y alumnos dedican a sus tareas, trabajos académicos, participaciones, evaluaciones, prácticas artísticas, culturales y deportivas, evitando errores y entregando su mayor esfuerzo para lograr la perfección.
Es una etapa significativa que resalta el importante rol que comparte la comunidad educativa (alumnos, padres, maestros) en el periodo de aprendizaje.
Lo anterior lo comparto, porque recientemente concluyó el ciclo escolar en un plantel de nivel bachillerato en una escuela pública del país y ahí se registró un bochornoso momento.
Durante la clausura de cursos, una valiente alumna a través de su participación al uso del micrófono, hizo público supuestas conductas indebidas al que el alumnado estuvo sujeto por parte de algunos maestros de ese plantel.
El momento fue estremecedor, cargado de niveles de estrés y ansiedad ante la supuesta situación problemática que expuso la menor al considerar lo que se vive en esa escuela.
El discurso de la menor generó la solidaridad de sus compañeras y provocó que las autoridades competentes realicen una investigación oficial del asunto.
La clausura del fin de cursos en una escuela preparatoria, ubicada en Pijijiapan, Estado de Chiapas, fue diferente en esta ocasión, una menor con valentía y voz firme ante sus compañeros, autoridades escolares y padres de familia, denunció públicamente las supuestas situaciones irregulares que ahí se cometen por parte de algunos maestros.
La jovencita visiblemente afectada, expresó su malestar al considerar que durante el ciclo escolar fueron víctimas de miradas lascivas, comentarios inapropiados e incluso propuestas sexuales, la menor fue acompañada por la solidaridad inmediata de varias compañeras que levantaron la mano al ser cuestionadas al respecto.
La estudiante elegida para dar el discurso de generación, expresó que la complicidad institucional que, según dijo, ha permitido estos abusos durante más de tres décadas. “El mejor amigo de un acosador es el cómplice de un acosador”, indicó.
La menor durante su denuncia y discurso, propuso algunas acciones como la instalación de un buzón anónimo de quejas, contratar una psicóloga escolar y brindar acompañamiento a víctimas. La estudiante lamentó no haber hablado antes y pidió a otras estudiantes alzar la voz.
La participación y denuncia pública de la estudiante ya está en video, se viralizó y ha provocado reacciones inmediatas. Diversos Colectivos feministas han reconocido la valentía de la menor.
Ese discurso heroico además provocó una investigación por parte de las autoridades de las fiscalías especializadas en derechos humanos, de la mujer y delitos cometidos en agravio de niñas, niños y adolecentes.
Cabe destacar, que los diversos problemas dentro de una escuela pueden generar conflictos entre estudiantes, maestros y padres de familia, dificultando la colaboración y el trabajo en equipo.
Ello puede afectar negativamente el ambiente escolar y el proceso de aprendizaje.
De acuerdo a la UNICEF señala que en México, 6 de cada 10 niños, niñas y adolescentes han sufrido métodos de disciplina violentos por parte de sus padres, madres, cuidadores o maestros.
El informe indica que la violencia permea en los procesos educativos y de convivencia diaria por lo que puede presentarse en distintos entornos: hogares, escuelas, comunidades, lugares que frecuentan o en la calle.
La violencia que registran las niñas, niños y adolescentes se registra mediante etapas educativas comenta el informe, destacando como primera etapa la correspondiente a la primera infancia (hasta los 5 años), en la que los menores tienden a recibir tratos de violencia a manos de padres o cuidadores como método de disciplina, lo que puede afectar el desarrollo del cerebro y del sistema inmunológico; posteriormente le sigue la violencia en la edad escolar (de los 6 a los 11 años), la cual se realiza dentro de la escuela por parte de maestros, en forma de castigo corporal o humillaciones y entre compañeros, en forma de acoso o bullying y finaliza con la violencia en la adolescencia (de los 12 a los 17 años), la cual se manifiesta en diversos entornos sociales, por ejemplo, la escuela y la vía pública se han identificado como los ámbitos donde suceden 8 de cada 10 agresiones contra niñas, niños y adolescentes.
Todos ellos están en peligro de sufrir violencia sexual a cualquier edad, pero las adolescentes se vuelven particularmente más vulnerables.
La escuela tiene que ser un lugar seguro para niñas, niños y adolescentes, que cuenten con un desarrollo sano y feliz, pero desafortunadamente ello no siempre ocurre.
En México, los menores que reportan violencia escolar dicen haber recibido golpes, patadas o puñetazos (56%) y agresiones verbales (44%).
También hay casos de maltrato de profesores hacia alumnos, robo o daño de pertenencias, agresiones sexuales, exposición al consumo de sustancias, formación de pandillas violentas y deterioro de las instalaciones.
La UNICEF estima que el 62% de los infantes mexicanos, han sufrido maltrato en algún momento de su vida a manos de padres o cuidadores como método de disciplina.
Asimismo el 10.1% de los estudiantes, han padecido algún tipo de agresión física en la escuela, como son humillaciones, acoso o bullying.
Además el 5.5% ha sido víctima de violencia sexual, mientras el 16.6% ha sufrido violencia emocional.
Es fundamental que las autoridades educativas mantengan ambientes sanos, de atención y respeto, en la que todos los miembros de la comunidad educativa se sientan seguros y valorados.
El principal propósito en la preparación de las niñas, niños y jóvenes es contar con ambientes sanos, cordiales, respetuosos para lograr el fortalecimiento de sus estudios posteriores, su desenvolvimiento en la sociedad y la capacidad en el desarrollo de sus localidades y regiones.
La conclusión del ciclo escolar es un momento de celebración y reflexión para estudiantes, padres de familia y maestros, marcando la culminación de un periodo de aprendizaje y el inicio de nuevas oportunidades.
Es un evento que debe ser vivido con alegría y entusiasmo, ya que representa el logro de objetivos y la superación de desafíos.
Esperemos que el próximo ciclo escolar sea diferente, muy positivo con respeto, armonía, más dedicación estudiantil y docente.
Así las cosas…
¿Y Usted, que opina..?
Nos vemos a la próxima..