Maremágnum
Mario Vargasuárez
Los datos…
Las expresiones de algunos presidentes se han quedado en la mente del ciudadano, como aquello de “Comes y te vas… La solución somos todos… la renovación moral de la sociedad… Arriba y adelante… el sospechosismo… Defenderé el peso como un perro… Tengo otros datos…”
Seguramente podríamos llenar un libro con las expresiones más significativa de los personajes de la política a la mexicana que han, o no, representado el sentir social de los que dicen los eligió el pueblo... o el jefe.
La relación de lo anterior es consecuencia de lo publicado por voces oficiales o no autorizadas en los comicios del domingo pasado donde la novedad fue el elegir a los nuevos ministros, magistrados y jueces que componen el Poder Judicial Federal y Local de las 32 entidades.
Tengo la convicción de que es la primera elección en México donde el ciudadano estuvo más confundido que nunca en su quehacer del domingo pasado, pues recibió por lo menos 10 boletas donde debió seleccionar los candidatos que en realidad, no sabe qué harán en el nuevo cargo.
La razón de la confusión es muy simple: El ciudadano común, ajeno al mundo de las leyes, es completamente neófito -falta de conocimientos- sobre el quehacer de cada puesto por el que votó -o no votó- y en algunos casos, hasta anuló sus 10 votos.
Pero los números cuentan… desde el mismo domingo en la noche, se habló que el 13% del padrón electoral había acudido a votar, incluso Radio y Televisión Española -como muchos medios nacionales- replicaron la declaración de la presidente Claudia Sheinbaum ensalzando la jornada cívica.
Sin embargo, esta primera mitad de semana de junio, las declaraciones del mismo Instituto Nacional Electoral y algunas publicaciones de los principales medios de comunicación aseguran que no fue el 13.32 % los que votaron, sino que ahora con más casillas computadas, apareció un nuevo dato: 9%.
La misma titular del Ejecutivo Federal señaló que esta elección estuvo por encima de la jornada similar en la Consulta Popular del 2021 (cuando pretendían enjuiciar a los expresidentes) que lograron apenas el 7.11%.
Otra sombra que nació en la Lagañera de Palacio Nacional fue cuando la presidente Sheinbaum declaró lo referente a “cuestiones de género…” dando a entender que la presidencia del Poder Judicial recaería en la hermana de su exsecretario general de Gobierno en la CDMX, Lenia Batres.
El propio INE terminó de corregir, argumentando que la Constitución General de la República señala que quien presidirá el Poder Judicial es quien obtenga la mayoría de votos en la elección, es decir Hugo Aguilar, el que tiene raíces indígenas y orígenes en Oaxaca.
El tema de género era y es una coartada para acomodar a gusto de quien decide cuándo y dónde se aplica. No se puede decir que no hubo el intento de suplantar al ganador de la elección -ya de por sí cuestionada- y raquítica en termino de votos y participación. Incluso hay quién interpreta fue un intento de ¿restarle? poder a la presidenta Sheinbaum y desestabilizar su administración.
Tal vez vale recordar el reemplazo de la candidatura de Homar García Harfuch en la jefatura de Gobierno en la CDMX, cuando se ignoró el voto popular para regalarle esa posición a Claudia Brugada.
Otro ejemplo fue el nombramiento de Rosario Piedra Ibarra en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), cuando el Comité de Evaluación la había reprobado, interpretándose la evidencia de imposición.
Indagaciones periodísticas sugieren que la movilización de la CNTE es una agenda ajena a la educación y queda en evidencia que fue causada por la Reforma Batres en el ISSSTE, aunque la echó atrás la presidenta Sheinbaum.